Mejor sola que mal acompañada

Por: @marzianademarzo

Hola, ¿cómo va todo? ¿me leen bien? Antes de cualquier lectura me presento. Me dicen Tata, me encuentran en casi todo el mundo digital como @marzianademarzo, por ahora tengo el pelo rojo, casi no veo bien por eso uso gafas y me gusta mucho, mucho, mucho la música. Soy Colombiana viviendo en Boston. No me las sé todas. No me sé todas las alineaciones de las bandas, ni los años de los todos de los discos; pero aún así me gusta escribir sobre conciertos, sensaciones que me dejan algunas melodías, fenómenos que están alrededor del negocio musical y por su puesto compartir opiniones con ustedes, nuestros queridos lectores, pues para un blogger nada tiene sentido sin alguien que nos diga que somos buenos o que ni por las curvas tenemos razón.

De manera muy atenta el grupo de trabajo de EMITC me invitó a hacer parte de su página web, con este espacio, en el que espero poder poner temas de discusión o invitarlos a perderse un rato en los sonidos cósmicos del mundo. Sin más preámbulos, con ustedes: MI PRIMERA ENTRADA (Se escuchan aplausos).

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En estos últimos días las redes sociales están revolucionadas por un tema de un supuesto director (Carlos Mira) de una emisora privada (La Mega) que le pareció gracioso burlarse de una chica con una limitación física. Y me quiero adherir a la pila de indignación sobre el hecho. No me sumo a decir que es un hombre horrible, que renuncie, que lo saquen como a un perro, que esa emisora la tiene que regular, eso de alguna manera lo sabemos, pero también sentimos que no se va a hacer nada.

Todo este rollo me deja pensando en lo qué debe hacer una emisora juvenil, no importa su origen si es pública o privada. Recuerdo mis clases de radio donde me decían: la radio debe informar, divertir y en algunos casos educar. La última vez que escuche esa emisora estaba en grado 9º, era la favorita de las niñas de mi colegio, sonaba en todas las rutas escolares y se peleaba el dial con Los 40 principales; usted podría decirme entonces si no sabe por qué habla, sin embargo para poder escribir esta columna, me dio por escuchar uno de sus podcast y no me aguanté ni 10 minutos. Realmente para mi experiencia radial fue algo TAN VACIO, que si le ‘daban en la jeta al man, que si no’, ‘que si le mandan foticos al whatsapp’, y si así son todos ni para que sigo escuchando. Ni información, ni diversión y si no tuve de eso educación menos.

Seguí meditando al rededor de la pregunta del quehacer de la radio juvenil y recordé un foro donde las emisoras con mayor audiencia juvenil en Colombia hicieron presencia, recuerdo que estuvo: Tato Cepeda de Radioacktiva; Álvaro González de Radiónica, Alejandro Marín de La X y Daniel Trespalacios de La Mega. Una de las historias que dijo Daniel fue sobre la importancia de su medio en el conflicto armado nacional, donde según el habían entrevistado a soldados en su programa de la noche y donde los temas sociales como la prostitución se abordaban con la seriedad del caso, posterior a eso Marin le dijo jocosamente ‘pero trespa jamas en la vida te he escuchado entrevistar a una puta en tu programa’ a lo que recuerdo que el público reaccionó con el típico UUUUUSH!!!! En ese momento me quedé con la sensación que los líderes de las demás emisoras también saben que tipo de gente trabaja ahí y la calidad de su trabajo.

Ahora que explotó el escándalo donde el hombre se escuda en: no fue en las redes de la emisora, fue en las mias, mi trabajo no tiene nada que ver, mis jefes me respaldan. Pienso que ser un mal profesional, una mala persona, está súper. Porque todos lo saben, no esperamos nada peor porque ya son así. Este tipo en el papel es un líder, lleva el rotulo de director y ¿qué dirige? una zarta de tontos que se sientan a mirar si les mandan o no fotos graciosas a facebook. Y qué hay detrás un centenar de oyentes que les parece ‘NAAAAARMAL'(como así dicen en la radio) pues ese el tono de la emisora entonces hay que dejarla, a esa visión yo digo NO, los que tienen una posibilidad de dar voz en un medio deben entender que es un compromiso social el que adquieren cuando deciden trabajar allí, así como a los colegios privados o públicos se les exigen directrices para cumplir con su estrategia educativa las emisoras deberían tener el mismo sentido y en el papel está pero en la practica ¿qué pasa?

Uno de los objetivos que no señalé al principio pero que hace parte de la esencia de la radio es generar la sensación de compañía para el oyente, pero en el caso de La Mega francamente prefiero estar sola que mal acompañada.

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